sábado, 6 de diciembre de 2008


Una gota preflexiva.

Oh encantadora gotita, sutil experiencia mental de recoveco
a que ignoto pensamiento insondable te referías
de que poema disoluto me hablaba tu forma dramática,
¡Diáfana gotita, en solaz circunstancia!
de que volaba tu abstracta sublimación,
cuando mi cuerpo extático se posaba en las luces citadinas.

¿A qué te asomas a mi ventana con tu llanto ensimismado?
Derramando ese estupor meláncolico en mi alma
y siento en mi alma una gotita de esas
mas sigue cayendo lentamente en mi ventana.

Y su dimensional ingravidez da una interjección en mi cabeza
esa resaca, más no de lo sufrido, sino de lo tomado.


PÓSTUMO.

No hay comentarios.: