lunes, 1 de diciembre de 2008

Fugacidad y eternidad amorosa, se traduce en algo subjetivo, un rincón ominoso en la mente..


Rincón subjetivo

Yo me encuentro en un rincón subjetivo de tus olvidados recuerdos, lo se porque tus ojos recitan una subversiva melodía que explica lo inefable de tus ademanes a través del tiempo, de tu melancolía, tu locura y esa esencia tuya que magulla y acaricia mi semblante como una romanza idealizada en fantasías poéticas.


Eres mi pesimismo hecha mujer, y yo que cautivado ante las virtudes maquiavélicas de tu sonrisa de tu volátil y oscura figura, que sueña con una juguetona y placentera tristeza, me atrevo a reclamar el comienzo de nuestro “nada” nuestra ilusa ironía de no hacernos daño, nuestra símil apariencia, mente, alma quizás porque yo se muy bien que se enlazan aún más en los vaticinios que profesas a diario en tus “nunca más” en un sin fin de miserables olvidos aún no vividos.


PÓSTUMO.

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